Qué bueno, Señor,
es conocerte y tenerte como amigo.
Gracias.
A todos aquellos que me hablaron
de ti quiero darles las gracias.
Haz de mí un testigo,
que sepa hablar de ti,
y que sepa amar como tú.
Te daré a conocer entre mis amigos.
Luego, ellos a su vez hablarán de ti,
y también lo harán otros
que yo no conozco.
Poco a poco, tu Buena Noticia
llegará a todo el mundo,
y juntos, los habitantes de la Tierra
aprenderán a amar como Tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario