miércoles, 21 de noviembre de 2018


UNA ORACION PARA CADA DEDO Y  TODAS JUNTAS EN UNA MANO.
(Un pelín adaptada)




El dedo PULGAR es el más cercano a ti. Empieza orando por los que están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar y, en cierta manera, es una obligación para nosotros acordarnos de los seres queridos.

El siguiente dedo es el INDICE. Indica el camino. Nos acordamos de quienes nos guían, nos enseñan y nos sanan. Rezamos por los profesores, los médicos, los sacerdotes… Necesitan apoyo y sabiduría para guiar bien a los demás. Los tenemos siempre presentes en nuestra oración.

El tercer dedo es el más alto, el CORAZÓN. Nos recuerda a nuestros líderes. Recordamos a todos los que mueven los hilos del mundo y tienen responsabilidad ante la sociedad. Los líderes políticos, los empresarios, las personas que construyen el pensamiento de las personas e influyen con sus opiniones. Para ellos pedimos también la ayuda de Dios.

El cuarto dedo es el dedo ANULAR; aunque no lo parezca, es el más débil. Nos recuerda que en nuestra oración también deben entrar los más débiles, los pobres, los enfermos, los que andan con problemas graves. También es el dedo en que ponemos el anillo. Nos acordamos de todos los matrimonios y familias, sobre todo, por aquellas que están pasando especiales dificultades.

Y, por último, nos encontramos con el dedo más pequeño: el dedo MEÑIQUE. Es el que nos representa a nosotros. Nos colocamos los últimos, pero también tenemos que rezar por nosotros. Nos sentimos pequeños ante Dios y también necesitamos su ayuda. A la vez, nos sentimos colaboradores de Dios en su empresa de hacer el bien a los hombres y mujeres del mundo.

Lo mismo que una mano necesita de todos los dedos, una oración estará bien hecha si en ella están presentes todos los seres humanos (todos son hijos de Dios) y nos compromete a hacer lo que podamos para ser buenos seguidores de Jesús. Por último, ponemos nuestras manos a disposición de Dios Padre para que, junto con nosotros, siga construyendo el Reino de Dios.



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