Quiero escuchar tu voz
Jesús, quiero escuchar tu voz y seguir tus enseñanzas. Quiero conocer tu vida, tus palabras, tus gestos de amor verdadero. Quiero prestar mucha atención a lo que nos decís cada domingo en la Misa. Quiero aprender a vivir como discipulo y seguir tus pasos. Abrí mi corazón, mis oídos y mi inteligencia, para que pueda recibir tu mensaje y cambiar mi vida. Quiero escuchar tu voz para vivir cada día más cerca de Dios. ¡Que así sea, Señor! |
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